domingo, 30 de diciembre de 2018

Lo que dejó la poesía en el 2018


Terminó el 2018 y con ello se lleva un año de muchos logros, poemarios nuevos, ferias y recitales por doquier.

Si bien entre el 2016 y el 2017 hubo un boom en cuanto a nuevos autores, publicaciones y recitales, el 2018 ha sido un año en que la poesía peruana decayó un poco y ha sabido sostenerse, esto debido a las sólidas bases entre un público fiel y promotores culturales que siguen sumando y apostando.

Del 2018 puedo resaltar el fuerte vínculo entre los cantautores y escritores, que se ha formado una especie de simbiosis para que tanto la música como la escritura puedan subsistir en este duro medio que pone caminos difíciles pero gratificantes. Cantautores como Marco Loyola, Johel Cueva, Elhoy Elías, Johel Cueva, Paolo Artiaga, Evelyn Verona, Dafne Castañeda, Angie Castillo ha sido los que más participaron en recitales.  La unión de estos crean un lazo perfecto para enganchar a la gente, tener más de una opción y generar variedad, esto se ha visto mucho en los recitales realizados por diversos colectivos 

La poesía peruana no ha crecido como se debe este año, pero ha sabido mantener el público. Puede que falten poetas, más poemarios y locales, pero lo que no debe perderse es al público. En cuanto a eventos ha crecido un poco, los centros culturales aún apuestan por la poesía y el público sigue correspondido bien como dije anteriormente. Por resaltar a diversos colectivos y editoriales que no han descansado y para qué descansar si la poesía mantiene todavía su flama. 

En cuanto publicaciones han quedado muchos pendientes, como también se han sumado nuevos talentos. A pesar de esto, muchos siguen apostando y eso es positivo. Como es el caso de Marvel Hinostroza que publicó Tempestad en febrero, en abril Gerardo Villareal con su libro Reaccionario, en mayo encontramos a Paolo Bravo con La Tinta del Alma, María Belén Milla con la Amplitud del mito, en junio Valeria Román Marroquín, presentó el libro ganador del concurso Nacional de Poesía, Premio José Watanabe Varas 2017, Matrioska.

Feria poética: Regala poesía en el Portón de Quilca

Para la segunda mitad del año, en agosto, Julia Flores publicó Nada fue casualidad y Maga Star con El Péndulo de la locura, en setiembre José María Salazar con Tartamudo, en octubre Gustavo Espejo con las Tessymas, en noviembre Brian Macines con A puro corazón, Naydú Brandán con Pararrayos de cristal, Irwin Valera & José Montero con Girasoles de invierno y en diciembre para terminar, el poeta cusqueño Alberto Quintanilla con Yuyarinapaq. 

He leído algunas publicaciones de escritores peruanos este año y estoy satisfecho, pero se puede mejorar más. Se ve que esto va por buen camino. Si queremos seguir creciendo, no importa el nombre de la editorial ni los egos, para que la poesía avance, hay que sumar porque cada uno tiene su público, menos se trata de competir, el beneficio es para todos.

Este 2019 será clave para crecer y fortalecer lo logrado hasta ahora, vendrán nuevas propuestas, nuevos libros y gente que se anime a sumarse a la poesía; espero que se den a conocer escritores del interior del país y por qué no internacionales, como es el caso de Dianyela Maldonado de Venezuela que ha estado presente en recitales de la editorial Gato Viejo y de Estudios Crea, así que seamos positivos y sigamos en este viaje. Nos vemos en el camino.

PD. Este año seguí conociendo a muchos escritores, además de intercambiar ideas y conversar más allá de las letras. Agradezco mucho que me hayan considerado para participar en recitales, sin duda, este año ha sido bueno para mi ya que me he proyectado publicar.


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