miércoles, 17 de mayo de 2017

Chibolo


Hace varios años cuando han querido adivinar mi edad me han restado hasta 6 años, el cual a veces me parecía bien y otras bien jodidas. Como cuando una flaca que me gustaba me decía que tenía cara de chibolo de 18 años, ya teniendo 21, no jodas pues. Al menos deben considerar que me cuido, me mantengo saludable y no aparento un viejo acabado. Y así, hasta los 23 pensaban que tenía menos de 20.

Lo malo es que las chicas te prejuzgan y te ningunean porque eres menor. Como aquellas colegialas que les gustan los muchachos de más grados que ella, recuerdo que tenía una amiga que estaba en segundo y le gustaba el de quinto grado. Y ni se fijaba en ninguno de su edad, porque “les parecía niños”, vaya que volaban mucho. Y que más querían los mayores ya que casi siempre las tenían en sus manos hasta que la niña se diera cuenta de con quién se metió.

Desde el año pasado cuando han querido adivinar mi edad, al menos me restaban un año o dos, creo que ya no es tan rochoso y así me siento mejor. Las noches de insomnio, el avance de mi tesis y de mayor carga laboral, han hecho que ya no tenga esa cara de reciente veinteañero. Y hace un par de meses me dijeron de que tenía 25 y genial. Lo bueno es que no me ponen más años. Muero si me dicen que tengo 30 o más, sería lo peor y por ello estoy tranquilo.

Espero mantenerme como tal. Ahora estoy a un paso de ser el próximo candidato al club de los 27 y la verdad pesa, tengo una pequeña crisis porque me ha faltado mucho por hacer y la edad me gana.