martes, 10 de noviembre de 2015

Corre y sígueme



Tu mirada no cambia y no quiero que cambie
dejaste huella en este lugar, en nuestro corazón
sé que eres fuerte por esos múltiples saltos y escapadas
y sé que tu orgullo no permitirá que te veamos mal.
Siempre de pie
sin importar la razón
No te vayas todavía
quiero que me sigas acompañando,
u observando,
acariciando,
vigilando,
y ser cómplice de  tus aventuras.

Aún tenemos mucho para jugar
y para que me sigas metiendo en problemas,
por ahora extraño tu voz, 
aunque sigues despertándome cada mañana,
aún así, no me dejas,
no nos dejas;
eres leal, como un gato a su atún,
aunque, como en ocasiones, nos hacías renegar.

Quisiera un final feliz contigo,
aunque estos momentos no jueguen a favor
y confío en ti, en tus garras,
porque te quiero como mierda,
y que tus movimientos sutiles
puedan jugar a favor y burlar la adversidad,
y que estas letras
se transformen en motivos para seguir.