lunes, 28 de diciembre de 2015

El primer gato que tuve



Ringo me acompañó 2 años en esta vida. Siempre estando a mi lado, alegrándome, otras haciéndome renegar con sus travesuras pero sobre todas las cosas siendo un amigo fiel. Toda mi familia estaba feliz con él, le teníamos mucho cariño por lo juguetón y engreído que era.

Me gustaba cargarlo, recostaba su cabeza en mi pecho, le  gustaba! se quedaba durmiendo cómodamente por largo tiempo. Le gustaba que le hagan cosquillas en la cabeza de debajo del hocico y le gustaba dormir en su cajita.

La primera semana de octubre le celebramos sus 2 años en casa, le compramos su atún favorito y lo engreímos ese día. Lo gracioso fue que le prendimos una velita y como ven en esa foto se acercó, como siempre curioso y al notar el calor, retrocedía como con miedo jaja



Desde agosto de este mes, Ringo empezó a "marcar", orinaba en cualquier lugar de la casa: En los dormitorios, debajo de la mesa, en la sala, cerca a los muebles, etc y lo peor, es que estaba también marcando cerca a la puerta o en patio de los vecinos, era muy frecuente, ya no sabíamos que hacer.

La única opción que pudimos dar era castrarlo. Así que procedimos con la operación. Pasó una semana y empezó a crecerle el abdómen, pensabamos que era normal, pero cada día era cada vez mayor así que consultamos otras veterinarias.

Nos dijeron que era Ascitis que es la presencia de líquido seroso en el espacio que existe entre el peritoneo visceral y el peritoneo parietal. Otro veterinario nos dijo que solo había que bajarle la sal, que la sal le retenía líquido, que teníamos que incrementarle vitaminas, proteínas, solo era hipoproteinemia. Le inyectó diurex y furosemida por una semana, así iba a eliminar el líquido que tenía retenido por medio de la orina.

A la semana, pues si estaba bajando el líquido de su abdomen pero no tenía apetito, comía poco, se veía débil así que el 13 de noviembre, antes de ir a trabajar, vi por última vez a Ringo. Al despertar lo vi durmiendo en mi cama, luego bajó y en unos minutos no podía pararse. A las 7:00am convulsionó pero seguía vivo, tuve que irme, lo llevaron a la veterinaria, estaba cerrado y a la segunda vez que fueron le dijeron que le había dado como un ataque al corazón y no había nada que hacer. Falleció como a las 2:00pm.

No pude evitarlo, lloré. Y lloré cuando le conté a una amiga del trabajo al cual agradezco mucho por los ánimos. Esas semanas la pasaba preocupado, triste porque lo veía mal, con impotencia por curarlo de una vez ya que era un proceso lento. 

Era mi primer gato que tuve, quería tenerlo por muchos años, pero lamentablemente se enfermó, fue fuerte porque resistió y no se dio por vencido fácilmente, donde estés Ringo, te quiero mucho y te recordaré toda la vida.

Por ahora mis padres no desean tener otro gato en casa, espero que en un tiempo se animen.

Gracias Ringo