Lo irónico de que cuando estás triste,
te pones a escuchar las canciones más tristes de tu colección;
que la inspiración haya llegado a tus manos
pero que no quieres escribir nada.
Quizás porque no quieres enfrentarte a ciertas cosas
y preferir esperar
otras que es preferible sacarlo aunque duela
aunque arda, aunque sangre.
Por eso cuando nos perdemos a nosostros mismos
nos cuesta tanto sentirnos a salvo
y cuando perdemos a alguien
nos cuesta tanto tratar de que nos salven.
No envidio a los que no tienen motivos para llorar
agradezco a esta llovizna de verano que moja algo de mi ser
ni envidio a los que tienen pesadillas cada noche
ya que en mis sueños al menos puedo ser valiente.
Y nunca leeré en público lo que escriba
prefiero que me lean otras personas
para que sientan lo mismo que yo
para que puedan indentificarse,
aprender de mis errores
con mis versos
o con mis desaciertos.
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