lunes, 15 de octubre de 2018

Café, lluvia y astronomía



Recuerdo aquella tarde de mayo cuando entré a mi correo y vi el mensaje de aceptación a la escuela de jóvenes astrónomos en Colombia. Una enorme oportunidad para aprender, conocer nuevas personas, lugares y un segundo viaje en el año.

Meses después viajé, conocí lugares como Bogotá, Santander, Bucaramanga, Socorro y Medellín. 

Me cuesta escribir cuando voy a plasmar felicidad, así que este texto está contra toda regla de redacción, solo llenaré esta pantalla de ideas.

En Colombia fui feliz, despertaba cada día con ánimos, con alegría por cada clase nueva, por pasar tiempo con mis amigos - casi hermanos. Algo que usualmente no me pasa en Lima porque despierto sin ánimos, por rutina y no encuentro algo/un impulso que me haga salir de casa. Y digo que casi hermanos, porque instantáneamente nos volvimos así; en total fuimos 35 estudiantes de diferentes países como Chile, Ecuador, Venezuela, Brasil, Honduras, Colombia y Perú, del cual la química se generó instantáneamente.

             

Desde el primer día en que nos instalamos en el hospedaje ya se había sentido cierta conexión y cuando fuimos a tomar, nos reímos mucho, aprendimos extranjerismos y entramos en confianza.

Tuve excelentes clases, con excelentes profesores, todos ellos con gran recorrido internacional, eran muy importantes en el ámbito de la astronomía. Lo mejor fue cuando operamos remotamente el telescopio Pico dos Días, ubicado en el estado brasileño de Minas Gerais, uno de los más importantes de Brasil. Tomamos datos de una galaxia lejana y posteriormente las analizamos.

Su comida es algo similar a la nuestra por lo que no la extrañé, lo que si era típico era tomar siempre jugo de mora y de piña. Hablando de piña, ellos casi le echaban esa fruta a todo. Como en la pizza, sándwiches, hot dogs, etc. Muchos no les gustaba esa combinación y siempre entrabamos en debate.

Casi todos los días tomaba más de 5 vasos de café, ya que estaba a la orden del día, es cierto que aparte de que exportan ese producto, es la más consumida tan igual que la panela. En un día me tomé 9 vasos de café y ya me había sentido extraño ajaja




Aparte de ello, tanto en Bogotá, Bucaramanga y en Socorro, siempre nos acompañó la lluvia, a partir de
las 17 horas siempre llovía, hasta tarde en algunos días. Muchos nos trasladábamos con paraguas, pero eso no impedía salir a divertirnos. Sí, hubo momentos de distracción también: tomamos, bailamos intensamente. De los tragos me gustaron la Club Colombia y Póker. Bailamos mucho como salsa, reguetón y lo que no pude hacerlo es el vallenato.

El mejor día que tuve fue un domingo que fuimos a la catarata Los Caballeros, ubicado en Suaita, Santander. La pasamos tan bien allí, alquilamos un bus y fuimos por nuestra cuenta. Risas en el camino, complicidad en todo momento, aventura y la amistad afloró cuando estábamos disfrutando de esos maravillosos paisajes. Lo mejor fue subir hasta la cima de la catarata y apreciarlo todo. Fuimos personas de varios países unidas por la astronomía, solo queríamos disfrutar, ser felices y lo fuimos. El lazo es muy fuerte, hasta hoy que aun seguimos conversando en el grupo de whatsapp. 

Y fue en reto todo esto, ya que las clases fueron en inglés y yo no estaba acostumbrado. Si bien entiendo  cuando leo y escucho, se me hace un poco difícil hablar fluidamente. Así que asumí, lo afronté y tuve buenos resultados. Aparte de ello, tuvimos que hacer un proyecto de investigación en esas semanas, en inglés y también la exposición. Me fue bien, me preparé como debe ser y mi grupo salió bien, como con los demás.



Al terminar la escuela, fui a Medellín gracias a la escala del viaje. Estuve 8 horas ahí y aproveché en visitar todos los lugares turísticos. Me gustó mucho esa ciudad.

Esos días en Colombia me enseñaron mucho: como en sus niveles educativos, sociales  y culturales. Nos parecemos mucho con nuestros problemas, pero hay que tratar de vencerlos, mejorar cada día, ser empáticos, algo que rescato de allá.

PD1. Si van alguna vez lleven paraguas
PD2. Prueben la Bandeja paisa
PD3. Si no prueban las hormigas culonas no fueron a Colombia