martes, 26 de diciembre de 2017

Lo que dejó la poesía en el 2017


En este año se inició una explosión de la poesía contemporánea peruana, corriente que venía avanzando poco a poco desde hace unos años, que originalmente empezó por Damani Cienfuegos, Félix Matienzo, el cantautor No Recomendable y otros de la mano de la Editorial Gato viejo.

Desde hace dos años o más, hemos visto el aumento progresivo de imágenes de frases en las redes, algún enlace de un blog y muchos potenciales escritores que cuentan con un fan page para compartir su trabajo y que no sólo han quedado en escribir de forma virtual, pues muchos de ellos ya están empezando a publicar y eso es sumamente difícil del cual aplaudo a los que se han aventurado a hacerlo.

En febrero de este año Ariadna del Mar presentó su primer poemario titulado Desacuerdo con el Universo en la Casa de la Literatura inaugurando este productivo año para los autores peruanos. Meses después le siguieron autores como Alex Joffre con Todo lo que quise decir, Leonardo 16 con A puño y Rosa, Kazuko Kikushima con Tatuajes. También Janice Sánchez con Después de ti, Valeria Román Marroquín con Feelback, Braulio Paz con Showman, Eduardo Cabezudo con la liberación de las ranas y seguro muchos más. Y los que se aventuraron con lanzar una novela y poemario como Irwin Valera con El verso de tu nombre y Amor y Luna; también Hugo MC con El temor del silencio y 31 días de extinción.

Y no sólo se presentaron primeros libros, también reediciones como el de Vivir en mil pedazos de Tatiana Olivera, también segundos poemarios como Sipas Wayta de Félix Matienzo, 100 poemas de ti de Hugo MC, Kakumei de Ariana Llerena, Norcorea de Kevin Castro y terceras publicaciones como el de Gaviotas suicidas de Miguel Fegale y Ojalá usted de Irwin Valera. Como vemos, la poesía no ha muerto, está más viva que nunca sobre todo con escritores jóvenes con mucha calidad que solo falta más difusión para que llegue a más personas. 

Poesía de miércoles en la Casa de la creatividad

Paralelamente se han creado espacios para recitales, como en el Clandestino bar, el Delfus bar y el Jardín de Jazmín a pesar de que son locales para consumir. También centros culturales como la Casa de la Creatividad, el local del Gremio de Escritores, el Paradero cultural. Sin dejar de lado eventos nuevos como la Caravana de Poesía, Poesía de Miércoles en la Casa de la creatividad y el Primer encuentro de escritores jóvenes del Perú del cual pude participar, sin olvidar las ferias en provincias.

En cuanto a otras Editoriales, que he seguido este año como Cronopio y Poesía sub 25 han hecho un excelente trabajo, publicando más de dos libros con sus respectivas presentaciones y organizando recitales y digo que fueron positivos porque son relativamente nuevos.

En marzo se realizó un importante homenaje a Elvira Sastre, del cual me emocioné cuando ella envió saludos mediante un video y fue muy agradecida por este evento y que sin dudarlo tuvo mucha acogida. También debo resaltar los recitales en formato de versus que hubo entre Benedetti y Cortázar, Bukowski y Neruda y por último Sabines y Pizarnik. Del cual participé en dos ocasiones

Pienso que para que esto crezca, no sólo se necesita publicar, tener un fan page, una cuenta de Instagram y subir contenido. No podemos regirnos por likes ni seguidores. Si bien es un medio que nos da pantalla, no quiere decir que sea lo único, es algo engañoso.

Pues para vender, para que conozcan nuestro trabajo y para acercarnos a los lectores, la mejor vitrina es presentarnos en recitales, ferias y eventos de distintas editoriales. No importa el nombre de la empresa ni los egos, para que la poesía crezca, hay que sumar porque cada uno tiene su público, menos se trata de competir. Y no hay que esperar que alguien organice o nos llame, ni depender de la editorial, busquemos las oportunidades que las hay o a lo mejor, organizarlo.

Versus en el Clandestino bar
He leído la mayoría de publicaciones de los autores mencionados y estoy satisfecho con los trabajos. Esto va por buen camino. Y hay que ver otras alternativas para acercar al público. Un claro ejemplo es acompañar con música los recitales. Así como lo hace Tatiana Olivera cada vez que se presenta o lo que fue el primer evento con ese formato llamado recital cantautor que tuvo como protagonistas a No Recomendable, Irwin Valera y Kazuko Kikushima.

Aparte de decir cosas profundas, internas o importantes hay que verlo como entretenimiento, aunque a algunos no les guste la idea, no descartemos que también se debe reconocer como tal. Un recital no hay que verlo como un coloquio o una conferencia; si la poesía se difunde como entretenimiento o un evento atractivo, digamos que algo lúdico el lector apoyaría estos eventos porque se sentiría identificado. También se debe entretener al lector, no hay que escribir y recitar directamente para otros poetas, sino para un público en general y esto sin dejar de proponer ni descuidar la calidad.

Estoy seguro que este 2018 será clave para fortalecer lo logrado hasta ahora, vendrán nuevas propuestas, nuevos libros y gente que se anime a sumarse a la poesía; sigamos en este viaje. Nos vemos en el camino.

PD. Este año conocí a muchos escritores, además pude intercambiar ideas y conversar más allá de las letras. También pude coincidir en recitales con algunos, esa fue la mejor experiencia que he ganado incluso aprender de ellos y recibir algunos consejos.