Detrás de la vitrina

Conversando con un amigo, Durant,  que renunció hace 4 semanas luego de 3 años y algunos meses a la cadena de supermercados Wong y Metro en la sección cocina del ya conocido "Buffet al peso"  me acabo de enterar, aunque suponía de diversos sucesos desagradables.

Él era ayudante de cocina, no había estudiado gastronomía, no había sido atrapado por el boom  ni era fanático de la cocina aprendió por necesidad porque pasó por diversos restaurantes empezando desde un simple mozo, lava platos y se unió a los cocineros.  Luego de recorrer diversos restaurantes, fue contratado por Wong y luego pasó a Metro.

Sus manos reflejan su arduo trabajo en la cocina; en ellas se ven quemaduras y cortes todo por preparar un buen plato aunque no sea su profesión. Como dije lo hacía por necesidad por pagar sus estudios en USIL y para aliviar de gastos a sus padres.

No está arrepentido de haber trabajado allí porque le sirvió de mucho, pero todo tiene un ciclo, se aburrió  y también ya no podía seguir por sus horarios. Aunque tenga muchos recuerdos buenos (y malos) ha jurado nunca regresar ahí ni mucho menos comer algo. Se preguntarán ¿Por qué?

Porque fue participe de todo lo que ocurría en la cocina y él sabe que esto ocurre en la mayoría de establecimientos. Sucesos como estos hace que sintamos asco y a la vez miedo de comer fuera de casa.

- El aceite que utilizan les dura 5 días.

- Varias veces se olvidan de lavar el arroz.

- Preparan la mayonesa con aceite barato (para ahorrar costos)

- Utilizan arroz de pésima calidad  (para ahorrar costos)

- Encontraron en reiteradas ocaciones nidos de ratas en la cocina.

- Wong siempre pedía usar productos de bajos precios porque era "para vender"

- Fumigaban y desratizaban días antes cuando iba a ir un inspector.

- Varias veces se olvidan de lavar las verduras para la ensalada.

- Prepararon el cebiche sin antes lavar el pescado.

- Movieron un balde de chicha con el fierro para destapar la tapa del desagüe.

- La pota, el calamar no lo hicieron pasar por agua caliente antes de preparar un cebiche.

- La olla de tallarines se cayó al suelo desparramándose todo y lo recogieron para servir al público.

- Un día jugaron  al estilo Star Wards pero en vez de espadas eran pescados, pericos.

- Un día un compañero orinó en la cámara frigorífica.

- Un día un señor encontró pelos dentro de la Papa Rellena, se quejó y le devolvieron el dinero.

- etc, etc.

Quedé totalmente desconcertado ante tal revelación, me extrañaba que una empresa grande y conocida pueda tratar así a los clientes y también la irresponsabilidad de los cocineros da mucho que desear.

A veces acudimos a un restaurante y no sabemos cómo fue preparado un plato de comida, somo tan ingenuos que creemos que porque es un local conocido cumple las reglas sanitarias pero no, estamos equivocados.

En ese establecimiento, a la hora de escojer un plato de la vitrina supuestamente vemos que cumple todas condiciones higiénicas y por ende debemos confiar porque es conocido, desgraciadamente no es así, hay muchas cosas que ocurren en la cocina. La empresa siempre buscar ahorrar costos y ganar más, si se les cae algo o sobra lo guardan para el día siguiente. Imagínense si una empresa grande hace estas barbaridades, cómo cocinarán en los menús o restaurantes poco exclusivos.

Durant comentándome eso me aconsejó que no vaya nunca al "Buffet al peso" y otros supermercados que tienen un patio de comidas porque sabe que en la mayoría de establecimientos ocurren esas cosas y peor aún en un menú de 5 soles, ha quedado un poco traumado pero de todas formas nadie ha denunciado ni reclamado una enfermedad, son casos fortuitos y no hay que sepultar todo restaurante en Lima. Hay casos pero no siempre es así; de todas maneras siempre vamos a acudir a uno de esos locales por necesidad o urgencia y no siempre vamos a comer en casa. Creo que es mejor no saber.