A veces llega alguien a tu vida en el momento menos pensado y era esa persona que más necesitabas.
Podría escribir sobre Karla muchas cosas y llenarla de elogios, pero si lo resumiría en una palabra la puedo describir como maravillosa.
Siempre tengo la suerte de encontrar personas extraordinarias, únicas y que dejan una huella en el alma, tengo tanto que agradecerle y reconocerle, muchos momentos de felicidad y complicidad que un post en este blog no bastaría.
Karla era fuerte y decidida, a veces quebrantable e indecisa; pero esa mezcla la hacía alguien especial. Pero no todo fue felicidad en su vida, tuvo muy malos momentos con un tipo que le gustó y la enfermó y en un punto se deprimió, aunque cuando la conocí no notaba ello, hubo días que caía en tristeza y yo no lo notaba hasta que me lo contó y luego yo me encargaba de levantarle el ánimo y recordarle su fortaleza.
Y era fuerte porque de niña perdió a su mamá, tenía mucha personalidad e independencia, pero conmigo siempre confiaba y cualquier consulta quería que esté siempre presente.
Todo el tiempo que la conocí siempre mis días fueron felices. En la mayoría de veces soy apagado, pero ella me encendía. Ella era como una montaña rusa y yo el niño que esperaba subir para ser feliz, ella era esperanza en un futuro incierto.
Era extraño porque no nos habíamos visto en persona, solo nos conocíamos por fotos, videos y audios. Parecía que nos conocíamos desde hace muchos años, nuestras conversaciones por chats y audios, mostraban mucha conexión y no hubo día sin parar de hablar.
Su voz era bien agradable, su alegría por mil, sus historias, su locura, su espontaneidad. Que afortunado en realidad soy, pero como todo nunca es perfecto, la distancia era el peor enemigo, ya que se había mudado a una lejana provincia. A pesar de todo, no es igual una interacción a distancia que presencial, siempre quedan vacíos, cosas sin decir, tergiversaciones, con el tiempo juega en contra.
Karla lamentablemente tenía un descontrol en su vida. No resolvía situaciones ni curaba esa herida que le provocaron hace meses. Debía coordinar una cita con el médico, pero siempre terminaba desanimándose, quería denunciar al tipo pero se arrepentía. A pesar de que sus crisis eran cada vez menos, se le notaba que cargaba mucho.
Y ella sigue estando lejos, piensa regresar a Lima pero quién sabe. No sé si algún día la veré, aunque tengo pocas expectativas. En estos días me contó que encontró a alguien en su vida y que solo se enfocará en él, así que poco a poco nos estamos alejando. A pesar de ello, solo sé que siempre estaremos para cada uno, para apoyarnos y ayudarnos en todo en algún momento.