No pensé que dentro de 3 años te irías, tan corta es la vida para algunos que injustamente otros la tienen larga
Me traslado hacia ese verano del 2010 cuando te conocí, también a tu hermana y a tu papá. En ese Game center donde tuvimos varias partidas. Jugábamos DotA, unas veces hacíamos equipo y otras con Erick tu hermana Lesly y con Eddie, tu papá. Desde aquel remoto día nos hicimos amigos hasta hoy…bueno hasta ese fatídico día viernes en que falleciste.
Recibí la noticia por la noche, no pude creerlo que en tan solo 16 años te marcharías tan temprano a ese lugar desconocido por los terrenales. Gonzalo, lloré y ahora mientras escribo esto un par de lágrimas está deslizando en mi rostro. Así es esta cruel vida; un día estás corriendo y al otro estás postrado en una cama.
Fui a tu velorio, con Erick, tuve que despedirte amigo, Tuve que acompañar a tu hermana y tus padres, abrazarlos y compartir este dolor que a nosotros los terrenales nos duele muchísimo. Al verlos me pregunté ¿Cómo me pondré yo cuando muera un familiar mio? Esa respuesta la tendré en algunos años, espero que sean dentro de mucho, no se si estoy preparado, bueno, nadie lo está.
Perdóname por no rezar esos interminables Credos, pero estuve ahí junto a tus familiares acompañandolos en su dolor y respetando en silencio la santísima despedida. Tu papá me contó que una Apendicitis y Peritonitis acabaron con tu vida no es tu culpa ni de nadie, así sucedió siempre nos confiamos que el dolor pasará o que no es nada y me diste una lección, que es la prevención.
Gonzalo, ese día estuve preparado, a mis 8 años no puede ver a mi abuelita, pero ese día te vi por última vez, te ví descansando de esta vida ahí maquillado y con tu ternito. Te cuento que fue extraño verte echado. Recordé tu voz, tu risa y cuando andábamos juntos los 5 pero a la vez pensaba que nunca iba a suceder. Te juro que todo se viene a la mente. Muchas flores te rodeaban en ese velatorio donde muchos se quedan antes de unirse a esta tierra, tus familiares estaban ahí, recordándote y rezando para que te marches en paz.
Gonzalo 16 años de vida es poco, me hubiera gustado verte crecer, madurar, realizarte, seguir jugando ese juego que nos unió pero así es el juego de la vida, un día te toca algo grandioso y a veces lo que nunca queremos. La vida es tan corta que nunca vamos a entenderla.
No se si decirte que descanses porque no te has cansado, te diría sigue y continúa el juego. Nos vemos algún día Gonzalito.